Fundado el 27 de julio de 1937 por José Marcos Lara y Domingo Riva, el periódico tuvo como derrotero ser vocero y acompañar el progreso de la localidad. Desde el 1 de enero de 1940, cuando (menor de edad todavía) comenzó a dirigir “La Voz de Realicó”, Alejandro Eduardo Sago impuso un lema que sostuvo hasta su fallecimiento el 27 de abril de 2002 y que perdura: “Todo por mi pueblo y por mi Patria”.
Alejandro Eduardo Sago creó en las décadas del ´40 y del ´50 una red de
corresponsalías en el norte provincial, sur de Córdoba y oeste de Buenos Aires y suscribió un Informativo de La Voz de Realicó que era leído -con la puntualidad que emanaba del toque exacto de la acallada sirena del molino, a las 12 y a las 18- por la propaladora local (de la que también fue precursor) y una vez por semana en las propaladoras de quince poblaciones de la región. Allí escribía noticias locales, provinciales y nacionales (cuando tuvieran repercusión en la población de la zona). Y
hacía sonar la sirena del periódico cuando un hecho lo ameritaba o para anunciar el Año Nuevo. Promovió la creación del Hospital local, la pavimentación de las rutas nacionales 188 y 35; apoyó la creación de la sucursal del Banco de La Pampa, de la Escuela de Comercio y de otros establecimientos educativos, entre otras tantas acciones que lo hicieron merecedor del reconocimiento popular. Por eso, en ocasión de
celebrar el periódico su 50 Aniversario, en 1987, el Concejo Deliberante le dio el nombre de La Voz de Realicó a una calle del Barrio Sportivo y, el 26 de mayo de 1993, por disposición de autoridades provinciales, locales y votación popular, se impuso el nombre de “Periodista Alejandro Eduardo Sago” al Barrio FONAVI de 30 viviendas inaugurado el 5 de marzo.
En el frente del edificio del periódico había una pizarra que congregaba, cada domingo al atardecer, a todos los hinchas futboleros que querían conocer los resultados de los partidos de la Liga. Para obtener la información había que apelar a los empleados de la Unión telefónica -que pedían un día antes la llamada a General Pico- y muchas veces a los telegrafistas del ferrocarril, que oficiaban de colaboradores. Arriba, un letrero grande, con fondo negro y letras de lentejuelas de colores, indicaba que estaba en el periódico local.

La antigua plana con que se imprimió durante décadas “La Voz de Realicó”. Una reliquia familiar y un símbolo de gran valor histórico para la comunidad realiquense y de la Provincia toda.
(AÑADIR INFO DECLARACION PATRIMONIO)
Fuente: Sago, Gladys. 2007. “Alejandro Eduardo Sago. La vocación como compromiso comunitario. La Voz de Realicó. 70 años en los 100 de Realicó.” en Centenario de Realicó. Cien años, cien historias. Ediciones Pintaguá.
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